Cada persona que se arrepiente y recibe al Señor Jesucristo como su Salvador, inmediatamente pasa:
De muerto a vida eterna
De inconverso a converso
Luego como cristiano pasa:
Del bautismo del agua al bautismo del Espíritu
De discipulo a predicador de la Palabra de Dios
De Jesús como el Salvador a Jesús como el Señor
De cantor de coros a adorador en Espíritu y en verdad
Y al final:
De vida en esta tierra a vida eterna en el cielo.
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